jueves, 19 de marzo de 2015

Todo lo que necesitas saber sobre los fármacos biológicos


tratamiento de la artritis reumatoide, como seguro que ya sabes, ha variado muchísimo en los últimos tiempos, y es que gracias a los nuevos fármacos modificadores de la enfermedad (FME), muchas personas pueden llevar hoy una vida completamente normal. Con estos nuevos fármacos, también conocidos como biológicos, hemos descubierto un nuevo mecanismo de acción que ha supuesto una completa revolución en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes.

Si no sabes muy bien a que nos referimos con esto, quizás lo primero que debas saber es que estos fármacos modificadores de la enfermedad son un grupo de medicinas que actúan sobre la inflamación y el dolor, a la vez que evitan el daño sobre la articulación a largo plazo tratando de mantener su estructura y forma. Lo que los diferencia de los fármacos no modificadores (antiinflamatorios o corticoides), es que estos últimos únicamente actúan sobre el dolor y la inflamación en momentos agudos.

¿Qué son exactamente?

Pues nada más y nada menos que proteínas derivadas de genes humanos modificadas mediante ingeniería genética para que inhiban componentes del sistema inmune. Y es que en las enfermedades autoinmunes se produce una respuesta inflamatoria contra el propio organismo por parte del sistema de defensas inapropiada y exagerada. Como estos fármacos actúan directamente sobre los factores involucrados en el proceso de inflamación, evitamos matar moscas a cañonazos actuando única y exclusivamente sobre los factores que están implicados.

¿Cuándo los utilizamos?

Básicamente en casos de artritis moderada o grave o cuando esta no ha respondido a otros tratamientos. El precio elevado, la dificultad de administración en algunos casos y sus efectos secundarios hacen que no sea un tratamiento de primera línea, de tal forma que solo se utiliza cuando otros tratamientos no han demostrado efectividad.

¿Cómo los utilizamos?

En general, lo medicamentos biológicos se pueden tomar solos o junto con otros fármacos modificadores de la enfermedad clásicos (o no modificadores). Como regla general, no se deben tomar dos biológicos distintos a la vez y se pueden administrar en el ámbito hospitalario mediante administración intravenosa durante 1 o 2 horas, o mediante jeringas precargadas que la propia persona debe inyectarse.

¿Conoces todos los fármacos biológicos?

Inhibidores del factor de necrosis tumoral FNT

El FNT es una citoquina producida por los glóbulos blancos, es decir, un mensajero que cuando se libera interviene en la inflamación y en la destrucción articular. A este grupo pertenecen:

- Certolizumbab. Este medicamento se presenta en jeringas precargadas, de modo que puede ser la propia persona quien se lo administre. Después de las dosis iniciales, se puede espaciar la administración hasta cada 2-4 semanas. Además de los clásicos efectos secundarios, también puede producir dolor de cabeza, hipertensión, inflamación de garganta y nariz y dolor de espalda.

- Etanercept. También se lo puede administrar uno mismo una o dos veces a la semana. Entre sus efectos secundarios se encuentran diarrea, exantema (erupción cutánea) y picores.

- Adalimumab. Es otro de los fármacos que se administra mediante jeringas precargadas. La dosis más habitual suele ser cada dos semanas. Entre sus efectos secundarios se encuentran: dolor de cabeza, exantema, náuseas y dolor de espalda.

- Infliximab. Se administra de forma intravenosa en ámbito hospitalario. Inicialmente se ponen tres dosis en las seis primeras semanas y posteriormente una cada 8 semanas. Además de los efectos habituales produce dolor de estómago y diarrea.

- Golimumab. Se administra en forma de inyección una vez al mes. Puede producir rinorrea, alteración en enzimas hepáticas e hipertensión.

Inhibidores de la interleukina 1: Anakinra

Se presenta como inyección precargada y es de uso diario. Sus efectos secundarios incluyen dolor de cabeza, náuseas y diarrea.

Inhibidores de la interleukina 6: Tocilizumab

Se utiliza en la artritis reumatoide moderada o grave que no responde a los inhibidores del factor de necrosis tumoral y se administra de forma mensual con tratamiento intravenoso de una hora o inyecciones semanales.

Sus efectos secundarios más frecuentes son infecciones del tracto respiratorio superior, faringitis, dolor de cabeza, hipertensión y aumento de las transaminasas.

Inhibidores de sustancias que activan los linfocitos T: Abatacept

Se administra mediante tratamiento intravenoso mensual o inyección semanal.

Como efectos secundarios destacan el dolor de cabeza, la inflamación de mucosas de la nariz y garganta, mareo, tos y dolor de espalda.

Anticuerpos que actúan sobre las células B: Rituximab

Actúan reduciendo el número de células B, ese tipo de glóbulo blanco especializado. Se utiliza cuando los inhibidores del FNT no han tenido efecto. Primero se administran dos dosis intravenosas en dos semanas y posteriormente cada 4-6 meses.

Puede producir fiebre, náuseas, dolor de cabeza y bajar las defensas.

Antes y durante el tratamiento te surgirán miles de dudas. Como avanzábamos al principio, no siempre es posible el tratamiento con biológicos y muchas veces el que no sean necesarios ha de ser un motivo de alegría porque suele indicar que la persona con artritis está controlada con medicación más sencilla. En el caso de estar usándolos es importantísimo que acudas a las citas con tu médico y enfermero para seguir la evolución y evaluar los efectos secundarios a tiempo.

FUENTE:http://www.personasque.es/

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