jueves, 19 de marzo de 2015

Fibromialgia y déficit de DAO




, Nutrición y Genómica
La fibromialgia (FM) es una enfermedad de etiología desconocida que se caracteriza por dolor crónico generalizado que el paciente localiza en el aparato locomotor. Además del dolor, otros síntomas, como fatiga intensa, alteraciones del sueño, parestesias en extremidades, depresión, ansiedad, rigidez articular, cefaleas y sensación de tumefacción en manos, se encuentran entre las manifestaciones clínicas más comunes.

La FM, definida por los criterios de clasificación del ACR (American College of Rheumatology), es frecuente en España, con una prevalencia del 2,4% de la población general mayor de 20 años, según el estudio EPISER. En números absolutos, supone unos 700.000 pacientes afectados por FM en nuestro país. Por sexos, la prevalencia entre los varones se estima en un 0,2%, frente a un 4,2% en las mujeres, lo que supone una relación mujer/varón de 21:1.

En los últimos años, la FM ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia hasta convertirse en la actualidad en un problema de salud pública de primer orden debido a su alta prevalencia, el insuficiente conocimiento de las causas y mecanismos que la producen, a la ausencia de tratamiento curativo y a la insatisfacción de pacientes y profesionales.

Todo ello conlleva a una serie de consecuencias a nivel sanitario, económico y social.

Diversos estudios focalizan la necesidad de hallar nuevos enfoques que incidan sobre los mediadores bioquímicos de la enfermedad. Entre ellos, se ha descrito la presencia de grandes concentraciones de citocinas, receptores solubles, péptidos pro-inflamatorios, reactantes de fase aguda y anticuerpos en algunos pacientes con FM, lo que apunta la posibilidad de un proceso inflamatorio o auto inmunitario.

Los datos más recientes también indican que en los pacientes con FM existe una alteración de los mecanismos de procesamiento del dolor, probablemente por un desequilibrio en los neuromoduladores del sistema nervioso central.

Por otra parte, desde hace unos años se vienen definiendo términos como intolerancia a histamina o histaminosis alimentaria. Ambos términos hacen referencia a una acumulación de histamina en el organismo que provoca una serie de síntomas variados: migraña, cefaleas, dolor generalizado, síntomas gastrointestinales, piel seca, prurito, fatiga, etc. Paradójica mente, estos síntomas son comunes en enfermedades como la Fibromialgia.

La acumulación de histamina es debida a diferentes causas, de las cuales la más significativa es el déficit en la actividad funcional de la enzima diaminooxidasa , un déficit que puede tener un origen genético o adquirido.

La histamina es una amina biógena que se encuentra a nivel endógeno, producida por los mastocitos y otras células, actuando en múltiples funciones fisiológicas. Es una molécula necesaria para la vida. Sin embargo, la histamina, junto a otras aminas biógenas, se encuentra también en diferentes concentraciones en múltiples alimentos que forman parte de la dieta cotidiana.

En personas sanas, la histamina ingerida en dieta es rápidamente degradada en el intestino delgado por las Diaminooxidasa (DAO), pero ciertos individuos que presentan una menor actividad de dicha enzima pueden presentar un mayor riesgo de toxicidad histamínica.

Entre los diferentes mecanismos causantes de la acumulación histaminica, se encuentran la sobreproducción de histamina endógena, LA INGESTA DE FARMACOS, y/o alimentos que contienen o liberan histamina o la competitividad con otras aminas biógenas. Sin embargo, la principal causa es debida a desórdenes genéticos o adquiridos en la actividad de la DAO.

la histamina se metaboliza esencialmente por dos vías: la metilación y la desaminación. En esta última vía actúa la diaminooxidasa (DAO) , seguida de una conjugación con ribosa para formar el ribósido del ácido imidazolético. La DAO es la enzima con mayor implicación en la metabolización de la histamina ingerida.

La baja actividad DAO se ha relacionado con intolerancias alimentarias y diversas patologías como la enfermedad de Crohn, la urticaria crónica y el eczema atópico, entre otros. Recientes estudios han venido demostrando que cerca del 90% de los pacientes con migraña presentan valores de actividad de DAO reducidos.

Se ha podido COMPROBAR que existe una AGREGACIÓN FAMILIAR en la FM, pues el riesgo de padecer la enfermedad entre los familiares de pacientes con FM es 8,5 veces mayor que en otras poblaciones, lo que indica que puede haber u na BASE GENÉTICA QUE CONTRIBUYA A LA APARICIÓN DE LA ENFERMEDAD. Así mismo existen informaciones que sugieren un papel genético en el déficit de DAO, de manera que lo que pudiera transmitirse fuera la condición de intolerancia histamínica ligada al déficit de DAO.

Existen además, numerosos estudios en los que se identifican fármacos inhibidores de la DAO, los cuales contribuyen a incrementar esa acumulación de histamina provocada por déficit de actividad de la DAO, con lo que la toxicidad histamínica podría verse incrementada.

Teniendo en cuenta estos aportes, el déficit de actividad de DAO puede ser un factor desencadenante de la sintomatología de la FM y, por tanto, una dieta pobre en alimentos con alto contenido de histamina y/o liberadores de histamina, junto con suplementación de dicha enzima DAO y evitando el consumo de fármacos identificados como inhibidores de DAO o liberadores de histamina, supone un posible enfoque de terapia preventiva con el mínimo riesgo de efectos adversos.

FUENTE:http://biofuncionalismo.com/

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